El sexo oral es un pasatiempo popular entre los humanos y algunas especies animales. Pero cuando se lleva a cabo, surge una gran controversia junto con el semen: ¿se debe escupir o tragar?
Para echar más leña al fuego de los defensores de la ingesta de semen, un estudio de 2002 descubrió que algunas de las hormonas del semen pueden tener un efecto beneficioso para la salud mental. Según los autores, las mujeres que practicaban sexo sin preservativo presentaban menos casos de depresión e intentos de suicidio. Esto era atribuible a ciertos elementos del semen, como la serotonina o la oxitocina, moléculas que afectan al estado de ánimo y que los científicos encontraron después en la sangre de las mujeres estudiadas.
Pero esto era sexo vaginal y es difícil establecer la correspondencia con el sexo oral. Además, si el semen contiene proteínas, zinc y vitamina C, tendrías que chupar un número impresionante de penes para cumplir con tu RDA.
Además, el semen humano contiene el antioxidante espermidina, que es útil para combatir el envejecimiento, como han demostrado los estudios realizados en hígados de ratones.
El caso de los escupidores
Aunque tragar esperma puede ayudar a combatir la depresión y el envejecimiento y aportar vitaminas, escupirlo también puede tener sus beneficios. Puede reducir el riesgo de transmisión de ETS o ITS como el herpes o la hepatitis. Sin olvidar que algunas dietas demasiado ricas pueden dar a los espermatozoides un sabor desagradable y, por tanto, hacer pasar un mal rato a la persona que se ha propuesto tragarlos.
En conclusión, tragar es bueno para la salud, pero puede ser arriesgado y poco sabroso.