Aunque el término garganta profunda suele asociarse a la pornografía, puede ser un acto muy excitante si se controla muy bien y si se hace con respeto y placer mutuos.
Antes de empezar, se aconseja encarecidamente practicar para no sentir la sensación de ahogo o las ganas de vomitar. También hay que tener en cuenta que la garganta está caliente y apretada y que el hombre podría eyacular mucho más rápido que con una mamada clásica. Así que ten en cuenta que recibirás su semen en la garganta o en el esófago.
Una vez que estés preparado, te explicamos cómo practicar la garganta profunda: empieza con una mamada clásica y tómate tu tiempo. Una vez que el pene esté bien lubricado, ponte en una posición cómoda para alinear el cuello. Abra la mandíbula lo más posible mientras baja la parte posterior de la boca. Introduce el pene a tu ritmo y no dudes en retirarlo si sientes alguna molestia. Cuando lo sientas en la garganta, traga para estimular el glande.
Es importante saber que para la persona que lo hace, el placer será más psicológico que físico. Por lo tanto, es importante que este acto se realice por iniciativa propia y no a petición de la otra persona. Por último, recuerda que la garganta profunda no es ni mucho menos obligatoria y que hay muchas otras formas de dar placer a tu pareja si no quieres dar este paso.